Es difícil exponerte y saberte vulnerable a los ojos de quienes seguramente no tienen ni idea de quién eres ni los caminos que has recorrido.
Es fácil para muchos criticar tus decisiones, criticar tus métodos, criticar tu estilo de vida, criticar tu manera de pensar o de hacer las cosas – Lo difícil es comprender de dónde vienes, por lo que has pasado, lo que has luchado, los que has vencido, lo que has sufrido, el precio que has pagado.
Todos tenemos días soleados y días nublados no hay porque avergonzarse de eso, no hay porque ocultarlo o porque negarlo – la realidad es que todos tenemos MIEDO a lo que otros van a pensar, o lo que otros van a opinar de ti – pero el MIEDO más grande es a saberte descubierto, porque hoy día todo el mundo muestra una cara alegre en las redes sociales, todo el mundo tiene las relaciones perfectas, nadie sufre, nadie llora, nadie está triste, y aquellos que son capaces de ventilar sus emociones lo hacen sin filtro y por lo regular son personas que no tienen ni idea de cómo manejarse a sí mismos o que están buscando llamar la atención de alguien y lo que escriben en sus redes sociales lleva un “mensaje” en particular para alguien más.
Hija, Hermana, Madre, esposa, abuela, y amiga de muchos, sobreviviente de ansiedad y pánico crónico – con días meramente difíciles y otros un poco peores – conozco mi lado fuerte y mi lado débil, conozco mis miedos, conozco lo que me alegra y lo que me entristece, no tengo miedo a decir la verdad, no tengo miedo a mirar a los ojos – se defender mi opinión y mantenerme en lo dicho, también soy capaz de cambiar de opinión si lo creo conveniente – me agrada estar acompañada pero también disfruto de mi tiempo sola.
Si todos decimos lo que pensamos, seguro llegara un momento que nada de lo que decimos tiene sentido y lo más seguro es que nadie ya ponga atención a lo que decimos – todos necesitamos un filtro a nuestros pensamientos, hay que organizarlos antes de exteriorizarlos, hay que aprender a medir las consecuencias de nuestras palabras. Hay que saber que los comentarios lastiman, que las opiniones salen sobrando si no te las han pedido. Hay que saber elegir con quien y de que hemos de hablar.
Escribir me ayuda a organizarme y a la vez decir todo lo que pienso, una vez escrito puedo analizarlo y darle sentido lo que quiero decir. Cuando descubrí “escribir para sanar” fue para mí un tesoro escondido, fue la perla en el fondo del mar – se abrió una puerta que no sabía que existía – al principio mis letras no tenían forma, escribí por días sin parar, sin sentido, sin final, sin historia, hasta que pude respirar tranquila y comencé a levantar la cabeza lentamente y pude ver el cielo azul, pude escuchar los cantos de las aves, me percate de la presencia de personas que ignoraba me amaban.
Yo recibí esta forma de mi Psicóloga pero hay en Internet sin número de artículos relacionados, yo no intento darte la técnica aquí, solo intento destapar tu curiosidad y motivarte a buscar alternativas a la tristeza, depresión y soledad que quizás experimentas y que es posible que solo existan en tu mente.
Muchos creen que es solo una teoría y que no te llevara a ningún lado, yo te puedo decir que es un método efectivo y que a mí me ayudo a darle forma a mis pensamientos, a conocer el porqué de muchas cosas en mi vida. Cada vez que nuevamente me siento confundida, triste o desequilibrada vuelvo al principio y comienzo de nuevo. En lugar de gritar y pelear ESCRIBE – en lugar de llorar y quejarte ESCRIBE – en lugar de darte por vencida/o ESCRIBE, ESCRIBE Y VUELVE A ESCRIBIR.
Hoy día he podido compartir esta formar de “sanar” con muchas personas.
Si estas interesada/o en “escribir para sanar” busca, investiga, pregunta, infórmate y descubre cual es la técnica que mejor funciona para ti – para mí fue fundamental descubrir que mi técnica tiene como base la Fe, “Dios” como centro de mi escritura inicial y como motivación para seguir escribiendo y leyendo.
El primer libro que leí fue “Como alejar la depresión, la tristeza y el mal genio” de T. Le Haye y E. Sálesman – fue mi primera inspiración a leer y escribir, después de ahí hay un sin número de libros que han pasado y siguen pasando por mis manos – cada día busco aprender un poco más – siempre abrazada de mi realidad, comprendiendo y aceptando mis miedos para vencerlos cada día.
Joy
Me encanta Joi! he descubierto esa forma de sanación…reflexión íntima contigo, siempre escribo, leo y releo, sobretodo cuando estoy indispuesta con algo o alguién y es la mejor forma de drenar. Un abrazo.
Me gustaMe gusta